Las placas base ATX son componentes fundamentales en la construcción de computadoras de alto rendimiento, ya que actúan como la columna vertebral que conecta y comunica todos los componentes internos del sistema. El término ATX se refiere al factor de forma estándar "Advanced Technology eXtended", desarrollado por Intel en 1995, que se ha mantenido como un formato ampliamente adoptado en la industria debido a su versatilidad y funcionalidad. Las placas ATX ofrecen una variedad de características que se adaptan a las necesidades de los usuarios, desde gamers hasta profesionales que requieren estaciones de trabajo potentes. Entre las características principales de una placa base ATX se incluye su tamaño estándar de 305 x 244 mm, lo que permite una amplia capacidad de expansión y la inclusión de múltiples ranuras PCIe para tarjetas gráficas y otros componentes de expansión. Este espacio adicional es especialmente beneficioso para los usuarios que buscan añadir tarjetas de sonido, tarjetas de red adicionales, o incluso unidades de almacenamiento adicionales, lo que proporciona una gran flexibilidad para personalizar y actualizar la computadora a lo largo del tiempo. Además, las placas base ATX suelen contar con un amplio número de puertos USB y opciones de conectividad, lo que facilita la conexión de periféricos y dispositivos externos. Muchos modelos modernos también incluyen capacidades avanzadas como USB 3.1, USB-C, y soporte para Thunderbolt, lo que mejora la velocidad de transferencia de datos y la compatibilidad con dispositivos contemporáneos. Al ser compatibles con una amplia gama de procesadores, desde Intel hasta AMD, las placas ATX permiten a los usuarios elegir el CPU que mejor se adapte a sus necesidades y presupuesto, garantizando un equilibrio óptimo entre rendimiento y costo. El sistema de refrigeración también es una consideración clave en las placas base ATX, ya que la gestión del calor es crucial para mantener un rendimiento óptimo y prolongar la vida útil de los componentes. Muchas placas ATX están equipadas con disipadores de calor integrados y soporte para refrigeración líquida, lo que ayuda a mantener las temperaturas bajo control incluso bajo cargas de trabajo intensas. Además, el diseño de las placas ATX a menudo incluye características de iluminación RGB, lo que permite a los usuarios personalizar la estética de su sistema, una característica especialmente apreciada por los entusiastas del gaming. En términos de almacenamiento, las placas base ATX ofrecen varias conexiones para discos duros y unidades de estado sólido (SSD), incluyendo SATA, M.2, y NVMe, lo que permite configuraciones de almacenamiento rápidas y de gran capacidad. Esta variedad de opciones de almacenamiento asegura que los usuarios puedan disfrutar de tiempos de carga rápidos y un acceso eficiente a grandes volúmenes de datos. Durante el Hot Sale, adquirir una placa base ATX es una excelente oportunidad para aquellos que buscan actualizar o construir un nuevo sistema, gracias a los descuentos significativos y las ofertas especiales disponibles durante este periodo. Aprovechar este evento puede resultar en un ahorro considerable, permitiendo a los usuarios invertir en componentes de mejor calidad o en otros periféricos necesarios para completar su estación de trabajo o gaming.